Saúl ‘Canelo’ Álvarez ha demostrado que cuando se trata de consentir a sus hijos no tiene límites, prueba de ello fue la fiesta de XV años que preparó para Emily Cinnamon, quien en esta ocasión volvió a llamar la atención al aparecer en redes sociales con unos tenis Dolce & Gabbana personalizados.
No es un secreto que muchos famosos hacen acuerdos con marcas de lujo y en el caso de ‘Canelo’ Álvarez, lo hemos visto en un par de ocasiones luciendo exclusivos accesorios y prendas Dolce & Gabbana, pero además su hija está siguiendo sus pasos.
En sus redes sociales, Emily Cinnamon compartió una fotografía en la que se le ve utilizando unos lujosos tenis blancos con destellos en color rosa y dorado, pero lo que más llamó la atención es que fueron personalizados con la fecha de su cumpleaños y la frase: “Canelo Team”.
¿Cuánto cuestan los tenis de la hija de ‘Canelo’ Álvarez?
Todos sabemos que Dolce & Gabbana es una marca muy prestigiosa, así que como podemos imaginar, los artículos no son nada baratos y unos tenis personalizados incrementan su costo de manera considerable.
Se sabe que los tenis que lució Emily Cinnamon pueden alcanzar un precio de hasta 750 dólares, que es un poco más de 15 mil 200 pesos.
Emily Cinnamon vivió la pobreza del boxeador
Cabe mencionar que aunque actualmente Emily Cinnamon vive rodeada de lujos, no siempre fue así, pues cuando nació, el boxeador tenía 17 años de edad y en ese entonces todavía no había triunfado en el deporte.
En una entrevista para la revista ‘Quién’, el tapatío confesó que cuando su hija mayor nació, él a veces no tenía dinero ni para darle de comer, pues no le pagaban por boxear; sin embargo, la niña siempre fue su inspiración y es por eso que no se rindió hasta conseguir contratos.
"Trabajaba e iba a entrenar, porque estaba enfocado en ser campeón del mundo. Fue difícil. A los 16 años tenía una novia y salió embarazada. Me junté para agarrar bien mi responsabilidad. Había veces que ni para leche tenía, ni para los pañales de mi hija, y en el boxeo no ganaba nada. A veces ni para el camión. Trabajaba en la paletería y gracias a Dios comíamos al día, aunque no tenía para nada", explicó.
