Laura Zapata y su hermana, Ernestina Sodi, tuvieron que enfrentarse a una situación sumamente lamentable, un secuestro. Desafortunadamente tras salir de una obra de teatro, cuando ambas famosas se disponían a cenar juntas, fueron interceptadas por un grupo de hombres armados que las obligaron a subir a un automóvil para privarlas de su libertad.
Zapata ha revelado que, ella en un principio pensó que se trataba de un asalto, pero que cuando intentaron escapar fueron detenidas, ahí se dieron cuenta de la gravedad de la situación, más aún cuando supieron que el motivo por el que fueron elegidas como víctimas fue porque los criminales querían recibir dinero de Tommy Mottola, esposo de Thalía.
Eran 5 millones de pesos lo que solicitaron para liberarlas, petición que fue ignorada por el productor, ocasionando la frustración de los criminales, quienes además estaban nerviosos ante la posibilidad de ser descubiertos, comentando en repetidas ocasiones que, de no haber un pago por el rescate, procederán a desaparecerlas.
Laura Zapata sufrió de síndrome de estocolmo durante su secuestro
La famosa reveló durante una entrevista con Yordi Rosado que durante los 10 días que estuvo secuestrada, tuvo síndrome de estocolmo, es decir una sensación de enamoramiento o empatía con sus captores, aclarando que, al ser humana, entendía el sufrimiento que también sentían ellos al estar en esa situación.
Pese a que no se trataba de un enamoramiento como tal, la famosa pedía viajar en la cajuela cuando las movían de ubicación para no tener que convivir con sus captores, pero comentó a Yordi que alguno de ellos incluso le confesó ser su fan y haber pagado para verla en un evento.
“El secuestro fue como un rayo que me cayó encima y me partió en millones y millones de pedazos que me costó seis años, recoger cada uno de los pedazos, reacomodarme, reajustarme y volverme a reintegrar a la vida”, fue lo que contó la actriz.
Finalmente, para que ella reuniera el dinero, pues se sabe que no se pagó el rescate, Lura Zapata fue liberada por sus captores, algo que le ocasionó mucha vergüenza pues su hermana continuaba privada de su libertad, por esa razón decidió no decirle a nadie que ya estaba fuera de peligro y se mantuvo en su residencia por varios días.
La liberación de Ernestina Sodi tras 15 días secuestrada
Tan solo cinco días después de la liberación de Zapata, su hermana Ernestina Sodi fue liberada también, desafortunadamente, los miembros del grupo criminal la trataron de forma sumamente cruel, incluso abusando sexualmente de ella, por lo que le tomó años poder superar esas dos semanas de su vida.
Por si fuera poco, esta situación igualmente terminó por deteriorar aún más la poca cercanía que tenían ambas con Thalía, quien se sabe no actuó para que liberaran a sus medias hermanas, incluso no permitió que realizaran una obra de teatro al respecto de su experiencia pues no quería que ese tema saliera aún más a la luz.