La queratosis pilaris es una afección en la piel en la cual la queratina, una proteína de la piel forma tapones duros dentro de los folículos pilosos, esta afección es muy frecuente e inofensiva, la cual provoca bultos diminutos y zonas ásperas en la piel, normalmente se encuentra en la parte superior de los brazos, en los muslos, así como en las mejillas e incluso en los glúteos. Estos por lo general, no duelen ni pican, según se menciona en el portal de la Fundación para la Educación e Investigación Médica, Mayo Clinic.
Esta afección puede ser encontrada más comúnmente en la gente que tiene piel seca. En las épocas del año cómo el invierno la enfermedad puede empeorar. La queratosis pilaris también puede ser consecuencia de tratamientos contra el cáncer como vemurafenib que causan lesiones que se asemejan a la llamada comúnmente piel de gallina como efecto secundario, según se menciona en News Medical.
¿Cuál es el tratamiento para la piel de gallina o queratosis pilaris?
Esta enfermedad desaparece por sí sola con el tiempo, aunque también hay algunos productos que pueden ayudar a mejorar la apariencia de la piel afectada, como las cremas hidratantes, recuerda consultar con tu médico o dermatólogo de cabecera antes de iniciar cualquier tratamiento.
Algunos productos que recomienda el portal de la Fundación para la Educación e Investigación Médica son cremas que ayudan a eliminar las células muertas de la piel como cremas que contengan alfa hidroxiácidos, ácido láctico o salicílico, que ayudan a aflojar y eliminar las células muertas de la piel. También se recomienda el uso de cremas derivadas de la vitamina A.
Además, el estilo de vida saludable, así como el cuidado de la piel nos puede ayudar a mejorar el aspecto de la piel afectada por esta enfermedad. Evita usar jabones agresivos con la piel o que puedan secarla, también recuerda no prolongar tu baño por más de 10 minutos y hacerlo con agua tibia. Otro factor que puede ayudar a mejorar el aspecto de la piel es mantenerla hidratada, así que las cremas humectantes pueden ser un buen aliado.
Recuerda acudir a tu médico de cabecera o a algún especialista como dermatólogos para que te brinden asesoría y elijan el tratamiento que mejor se adapte a tu piel.
