Mercurio es uno de los planetas de nuestro sistema solar, para muchos su existencia no tiene nada que ver que ver con la vida cotidiana, pero para quienes creen en la astrología se trata de uno más de los planetas que rigen importantes cualidades en los humanos y su movimiento o en este caso retroceso ocasiona ciertos cambios, no solo en el comportamiento de las personas dependiendo de sus signos zodiacales, también en el funcionamiento de ciertos objetos físicos.
Mercurio, el planeta de la comunicación
La importancia de mercurio en la astrología tiene que ver con lo que rige, es el planeta de la comunicación, esto quiere decir que dependiendo de dónde se encontraba el planeta en nuestro nacimiento, esto afecta la forma en la que nos comunicamos.
Siguiendo esta lógica, nuestro signo solar o de nacimiento tiene un peso importante en lo general al respecto de nuestra personalidad, pero es en realidad un conjunto de información en el cielo lo que compone una personalidad completa depende de cosas como las casas o los grados a los que se encuentren los planetas en el momento de nuestro nacimiento desde el punto en el que nos encontramos.
Mercurio puede estar en cualquiera de los 12 signos, esto se puede interpretar como que a pesar de que se puede ser Tauro en nuestro signo solar, si mercurio estaba en Géminis en ese momento nosotros actuaremos en el rubro que lo rige más como un Géminis que como un Tauro.
¿Qué es mercurio retrógrado?
Este fenómeno ocurre cuando el planeta, visto desde la tierra el planeta parece dejar de avanzar y aparenta hacer su recorrido de forma inversa a cómo lo haría normalmente, no es que el planeta realmente cambie su curso, únicamente es una ilusión óptica de connotaciones un tanto negativas en lo que respecta a la astrología.
Significa un retorno en el plano de la comunicación, por ello volver a entablar conversaciones con personas del pasado no es recomendable, así mismo, esto afecta la forma en la que nos comunicamos, puede haber todo tipo de conflictos relacionados con el intercambio de mensajes por cualquier vía y por último afecta físicamente los dispositivos de comunicación como el internet o los aparatos electrónicos que usamos para comunicarnos.
