En temporada de calor muchas personas recurren a los ventiladores para refrescarse, es una de las formas más simples pero efectivas de combatir las altas temperaturas y para muchos es ya incluso una necesidad, especialmente en lugares en los que no se acostumbra tener aire acondicionado, pues son prácticos, económicos y funcionales.
Pero tener este tipo de electrodomésticos también implica darles mantenimiento, muchas personas guardan los ventiladores cuando empieza el otoño pues el clima cambia y dejan de ser necesarios, pero son muy pocas las personas que antes de hacerlo limpian su ventilador, esto debido a que les parece sumamente complicado.
Por su estructura, los ventiladores resultan difíciles de limpiar, están construidos en una sola pieza que usualmente está armada de fábrica, por ello desarmarlos para acceder a la parte interna es complicado, además de que volver a construirlos toma tiempo y es preocupación de muchos el no poder volver a poner todo en su lugar como es debido.
Por otro lado, la basura acumulada que pasa por el interior del ventilador puede llegar a ser imperceptible, pero a la larga, se vuelve más difícil de eliminar y puede afectar el funcionamiento del ventilador, siendo un factor determinante en lo que respecta a la vida útil del mismo.
Así puedes limpiar fácilmente tu ventilador sin necesidad de desarmarlo
Necesitarás una esponja suave y del tamaño adecuado para poder cortarla en una forma delgada para que pueda deslizarse fácilmente por las rejillas del ventilador insertándola y sacándola sin que se atore en su interior.
Recuerda que, antes de comenzar, es muy importante desconectar el ventilador de la electricidad para asegurar que, durante el proceso de limpieza, no exista la posibilidad de electrocutarse. Recuerda que debes evitar mojar cualquier parte eléctrica o el motor del ventilador.
Instrucciones
- Humedece la esponja con agua limpia, no es necesario empaparla demasiado, solo asegúrate de que esté ligeramente húmeda pero sin gotear agua.
- Introduce la esponja humedecida a través de las rejillas del ventilador y muévela suavemente de adelante hacia atrás para llegar a todas las áreas con acumulación de polvo.
- Limpia el polvo de la esponja después de cada pasada.
- Continúa pasando la esponja húmeda a través de las rejillas del ventilador hasta que hayas cubierto todas las áreas y eliminado la mayor cantidad posible de polvo.
