Todos podemos tener arranques de felicidad y positivismo, incluso en las peores situaciones, porque necesitamos ver el lado bueno de las cosas. Sin embargo, esta positividad podría ser peligrosa porque no es normal tenerla todo el tiempo ni en todas las situaciones.
Si bien existen personas que son positivas al extremo, también tienen momentos donde carecen de ese sentimiento positivo y está bien, no se necesita ser fuerte y feliz eternamente, pues podría no ser sano.
¿Qué es el positivismo tóxico?
Las psicólogas estadounidenses Samara Quintero y Jamie Long, para un artículo de Tecnológico de Monterrey, definen la positividad tóxica como “la sobre generalización excesiva e ineficaz de un estado feliz y optimista en todas las situaciones. El proceso de positividad tóxica resulta en la negación, minimización e invalidación de la auténtica experiencia emocional humana”.
Estas psicólogas dicen que el exceso de positividad solo lleva a reprimir las emociones negativas como la tristeza y el enojo, que podría únicamente hacerlas crecer, ya que no son procesadas correctamente.
¿Cómo nos afecta?
El psicólogo sanitario, Antonio Rodellar, explica que las emociones que reprimimos podrían expresarse a través del cuerpo, muchas veces en forma de enfermedad, como una manera alternativa de expresarse.
Una segunda consecuencia, dice Rodellar, es que "cuando nos enfocamos solo en las emociones positivas, obtenemos una versión más ingenua o infantil de situaciones que nos pueden ocurrir en la vida, de tal manera que nos volvemos más vulnerables ante momentos difíciles".
Las doctoras, Quintero y Long, dicen que podría ocasionar en algunos casos aislamiento, explican que quienes rodean a estas personas terminan aislándolas, pues tantos sentimientos positivos podrían resultar en una falta de empatía que produce una imagen inaccesible, ya que solo se permite ser positivo sin sentir otra cosa.
Señales de que hay positivismo tóxico
Las doctoras, Samara Quintero y Jamie Long, dicen que existen detalles que pueden revelar si se padece el positivismo tóxico. Los siguientes puntos son comunes en una persona con este tipo de positividad:
- Esconde los verdaderos sentimientos
- Finge que todo está bien
- Siente culpa de emociones negativas
- Minimiza las experiencias de otras personas diciendo “Todo estará bien” o “Hay que ser positivos”
- Consuela a los demás con palabras como “Podría ser peor” en lugar de validar sus sentimientos
- Ataca a los demás cuando se sienten frustrados, tristes o en general no positivos
- Ignora los sentimientos con comentarios como “Así pasa”
Está bien no estar bien
Para ayudar a evitar el positivismo tóxico debemos de reconocer que existen sentimientos que no siempre serán positivos y está bien tenerlos porque es sano tener ese tipo de reacciones ante las situaciones difíciles.
Debemos de validar lo que sentimos en lugar de reprimir aquello que nos causa dolor. Se puede acudir a alguien de confianza con quien empezar a soltar todos los sentimientos, incluso los malos, y también es recomendado visitar a psicólogos especialistas que puedan ayudar a equilibrar de manera constructiva para generar cambios en nosotros mismos.
