Yusra Mardini apareció al frente de la Delegación de Refugiados en la inauguración de los Juegos Olímpicos de Tokio2020 y aunque se sabe que los atletas abanderados son algunos de los más destacados, pocos saben que ella además de tener logros deportivos tiene una conmovedora historia, pues cuando escapó de Siria estuvo a punto de morir ahogada en el Mar Egeo y no solo luchó por su vida, sino que se encargó de poner a salvo a 18 personas más.
La relación de Yusra Mardini con la natación comenzó desde que era muy pequeña, pues su padre era entrenador y le inculcó el amor por este deporte, de hecho la atleta ha bromeado en varias ocasiones diciendo que aprendió a moverse en el agua antes de caminar, pero todo cambió en 2011 cuando estalló la guerra de Siria y el país en donde vivía fue bombardeado en múltiples ocasiones.
A pesar de los conflictos bélicos, Yusra Mardini consiguió en 2012 representar a su país en el Campeonato Mundial de Piscina Corta, pero tras su participación se encontró con que la alberca olímpica en la que entrenaba y su propio hogar habían sido destruida en un bombardeo.
Yusra Mardini permaneció varios años escapando de bombardeos hasta que en 2015 tomó la decisión de escapar y no lo hizo sola, tanto ella como su hermana mayor Sarah subieron a una lancha con la intención de atravesar el Líbano y llegar a las costas de Turquía.
La pequeña embarcación estaba diseñada para transportar seis personas, pero en su desesperación por escapar de la zona de guerra subieron un total de 20 sirios, lo que ocasionó que en medio del Mar Egeo se dañara y los dejó a la deriva. El oleaje puso en riesgo la vida de las personas a bordo, pues se estaban hundiendo poco a poco, así que Yusra Mardini y su hermana no lo pensaron dos veces y se lanzaron al mar para empujar el bote hasta tierra firme.
“Había gente que no sabía nadar. No iba a quedarme sentada y a quejarme de que me iba a ahogar. Si me iba a ahogar, al menos lo haría habiéndome sentido orgullosa de mi y de mi hermana”, dijo en una ocasión la nadadora, quien describió que amarraron una de sus manos a la embarcación y nadaron durante aproximadamente tres horas.
Cabe mencionar que Yusra Mardini y su hermana llegaron a tierra firme con hipotermia, pero afortunadamente lograron recuperarse y hoy en día se sienten muy orgullosas de su acto que si bien fue valiente y las convirtió en las heroínas de las otras 18 personas a bordo del barco, pudo terminar en tragedia por las condiciones del mar.
Las hermanas llegaron a Grecia, pero continuaron su viaja hasta Alemania, en donde fueron recibidas en un campo de refugiados y formó un gran equipo con un intérprete egipcio, quien la ayudó a entrar a un club de natación en Berlín, algo que cambió su vida, ya que pudo mostrar sus habilidades deportivas.
Después de un largo camino, Yusra Mardini consiguió su sueño de llegar a unos Juegos Olímpicos y fue a Río de Janeiro con el Equipo Olímpico de Atletas Refugiados que pretende dar visibilidad a casos como el de la joven. En aquel entonces era un grupo de cuatro atletas, hoy en día lo forman 29 integrantes y compite en Tokio 2020 en la categoría de 100 metros mariposa.
