La influencer argentina, Marcela Iglesias, apodada como ‘La Barbie Humana’ y conocida en México por su romance con Alfredo Adame, se convirtió en tendencia durante las últimas horas, luego de revelar su secreto para lucir una apariencia joven a sus 47 años.
Sus declaraciones han generado polémica, pues confesó que se inyecta la sangre de su propio hijo, desatando comentarios en donde la critican por “aprovecharse” del joven.
Marcela Iglesias confiesa inyectarse la sangre de su propio hijo
En una reciente entrevista, Marcela Iglesias confesó que como parte de sus tratamientos para rejuvenecer su piel, usa la sangre de su hijo, a través de un procedimiento médico llamado transfusión de plasma multigeneracional, que se hizo viral gracias al millonario Bryan Johnson.
El cual trata de que el plasma joven de un donante, que debe ser su hijo, se transfiere a una persona mayor, es decir, al padre o madre, con el objetivo de buscar efectos antienvejecimiento. La influencer confesó que este tratamiento solamente se realiza en una clínica de Dallas, Texas, a un costo de 15 mil dólares por transfusión.
“La sangre va directamente al plasma, al torrente sanguíneo. Me pinchan el brazo, me pinchan el brazo y me transfieren el plasma. No hay nada en la cara, ya va directamente al torrente sanguíneo”, explicó la famosa.
Marcela Iglesias revela que se inyecta sangre de cadáver
Además de utilizar la sangre de su primogénito, la creadora de contenido explicó que este solo es uno de los tratamientos a los que se ha sometido, en un intento por no envejecer. También confesó que se aplica células madre provenientes de cordones umbilicales, así como la inyección de grasa de cadáveres en piernas y rostro, para evitar la flacidez.
Esto ha generado una ola de reacciones en redes sociales, en donde han criticado sus decisiones, por un lado, usuarios han alzado la voz para acusarla de usar a su hijo en su beneficio, así como poner en riesgo su salud, pues se la sangre se extrae de la médula ósea.
Mientras que otros han reaccionado impactados por utilizar la grasa de donantes fallecidos, pues, aseguran, cruza la línea de lo que es correcto en la sociedad.
“Para sacar el plasma de una persona hay que pinchar la médula, lo que indica un riesgo importante. Poco tiene que querer a su hijo para hacerle eso cuando pone en riesgo su salud”, “Eso es maltrato infantil”, “Para qué sirve, si aún siguen las arrugas”, “Pero el hijo es mayor de edad? Si no, no puede dar su consentimiento para esta “práctica””.

