Laura G es una de las conductoras que ha sabido ganarse el cariño del público a través de los diferentes proyectos en los que ha trabajado como “Entre chavos”, un programa de TV azteca Monterrey en el que debutó cuando tenía apenas 13 años y que le sirvió como plataforma para que la conocieran y que otros productores comenzaran a ver el gran talento que tiene para ganarse el cariño del público.
Desde entonces la famosa ha estado en diferentes cadenas televisivas como Multimedios en donde dirigía un programa de revista titulado La hora G, también comenzó como reportera para el programa Hoy de Televisa en el año 2008 y actualmente se encuentra como una de las titulares del matutino de TV Azteca, Venga la Alegría en donde se ha ganado el cariño del público por su personalidad y carisma.
Laura también se encuentra participando en el reality show de canto del matutino en el que compite contra sus compañeros, Kristal Silva, Capi Pérez y Los destrampados por mencionar algunos en donde semana con semana compiten por ser los mejores y así llegar a la gran final de “Quiero Cantar”.
Algo que destacó de la presentación de Laura G fue el vestuario que utilizó pues la famosa optó por un vestido en color rojo con transparencias el cual también destaca por unos flecos en la parte de la manga y la falda, lo cual hizo lucir con más estilo su figura y que le valió para llevarse los aplausos por parte de sus seguidores en redes sociales.
La oriunda de Monterrey ha causado polémica con sus diferentes interpretaciones pues diferentes usuarios en redes sociales consideran que no nació con el don del “canto” y que no ha hecho lo suficiente para seguir en la competencia, sin embargo, Laura se ha mantenido con la frente en alto y dando lo mejor de sí para seguir en la competencia.
Esta semana Laura interpreto el tema “Suavecito” con la cual causo polémica pues obtuvo bajas calificaciones por parte de los jueces quienes le indicaron que no había tenido la mejor presentación, sin embargo, la presentadora aseguró que se apegó a las indicaciones de su maestro de canto, por lo que ya no sabía a quién darle la razón.
