En el mundo del espectáculo mexicano, Alma Muriel se destacó como una de las actrices más talentosas, dejando una huella imborrable en cine, teatro y televisión. Sin embargo, detrás de su exitosa carrera se escondía una vida personal marcada por las decepciones amorosas.
Nacida el 20 de octubre de 1951 en la Ciudad de México, Alma Muriel inició su carrera como modelo a los 16 años, abriéndose camino en el cine en 1968 con su película debut "¿Por qué nací mujer?". A lo largo de su carrera, participó en destacadas producciones como 'Lío de faldas', 'Confesiones de una adolescente' y 'Zapatos viejos'.
Alma Muriel tuvo varias desgracias amorosas
Aunque su talento la llevó a brillar en las telenovelas, siendo recordada por su papel como la 'Dra. Irene Del Conde' en 'El extraño retorno de Diana Salazar', su vida personal estuvo marcada por desilusiones amorosas que la acompañaron a lo largo de sus 62 años de vida.
La primera de estas decepciones llegó en 1972, cuando se divorció de Sergio Romo, con quien contrajo matrimonio en 1968. A pesar de esta ruptura, el fruto de este matrimonio, Sergio Romo Muriel, se convirtió en un destacado publicista.
Su segundo intento en el amor fue con el chileno Ricardo Cortés, resultando en la llegada de su hija Liza y en su papel como madrastra de Lolita Cortés. Sin embargo, este romance tomó un giro inesperado cuando Lolita Cortés se enamoró de Sergio Romo Muriel su hijo, transformando a Alma Muriel en suegra y abuela de Mariano y Dariana, los únicos nietos de la actriz.
A pesar de estas complicaciones familiares, Alma Muriel no perdió la fe en el amor. Mantuvo relaciones con José María Napoleón y Alejandro Camacho, enfrentándose a la desilusión y la infidelidad en ambos casos.
Alma Muriel murió con el corazón roto.
La tragedia tocó su puerta cuando, tras descubrir la infidelidad de Alejandro Camacho con Rebecca Jones, cayó en una profunda depresión. Aunque se le presentó la oportunidad de ser madre con José María Napoleón, lamentablemente, el embarazo no se concretó, llevándola a un doloroso episodio emocional.
Esta última desilusión amorosa marcó a Alma Muriel de manera definitiva. La actriz, quien se juró no volver a enamorarse, cumplió esta promesa hasta su último día. Falleció el 5 de enero de 2014, a los 62 años, en Playa del Carmen, Quintana Roo, a causa de un infarto agudo de miocardio.
