Aunque no es frecuente, pueden desarrollarse problemas oculares graves si no se siguen los cuidados adecuados para el uso de lentes de contacto.
De acuerdo con el Consejo de Optometría de México, debes tomar en cuenta lo siguiente:
- Lavarse y secarse las manos con un jabón suave y una toalla que no suelte pelusas.
- Cumplir los horarios de uso recomendado.
- Nunca enjuagar los lentes de contacto con agua del grifo. Aunque sea agua apta para el consumo, no tiene control microbiológico adecuado y pueden producirse infecciones oculares graves.
- No utilizar los lentes de otra persona.
- No usar lentes de marca desconocida, de apariencia “dudosa”, abiertos, dañados o caducados.
- Maquillarse siempre después de haberse colocado los lentes. Y desmaquillarse después de quitárselos.
- No usarlos si se tiene alguna infección ocular.
Lentes desechables
Si son de un solo uso, tirarlos al quitarlos, aunque solamente se hayan llevado unas horas. Si son semanales o mensuales tirarlos al momento indicado. No olvidar la limpieza diaria.
¿Cómo limpiar los lentes de contacto?
- Cada que se quiten con la solución única, frotar con la yema de los dedos.
- Enjuagar con la misma solución y guardar en el estuche con solución limpia.
Solución y estuche
- Nunca reutilizar o “rellenar” la solución del estuche ya usada.
- Por la mañana cuando se pongan, vaciar el líquido del estuche porta-lentes, limpiar el estuche con un poco de solución única y dejar abierto boca abajo, para que se seque al aire.
- Reemplazar el estuche al menos cada tres meses. Casi todas las soluciones de mantenimiento incluyen un nuevo estuche en cada envase. Tirar el anterior.
Si se experimenta algún problema ocular, quítese los lentes de contacto y acuda con un profesional. Aunque sea solamente incomodidad, sensación de roce o arenilla en el ojo, un exceso de secreción (lagañas), cambios en la visión o enrojecimiento.
Un licenciado en optometría determinará si las lentes de contacto son adecuadas o detectará cualquier posible problema.
