Pedro Infante, el ídolo del pueblo latinoamericano, acumuló una gran fortuna a lo largo de su exitosa carrera en el mundo del entretenimiento. Sin embargo, tras su fallecimiento en 1957, su segunda esposa, Irma Dorantes, se enfrentó a la sorpresa de no recibir ninguna herencia.
Irma Dorantes y Pedro Infante fueron una de las parejas más queridas del mundo del entretenimiento, una historia de amor que tuvo un final trágico pues su matrimonio fue anulado, razón por la que el actor intentó regresar a la Ciudad de México, perdiendo la vida al accidentarse el vuelo que él había abordado.
Pese a que Infante intentó formar una familia con Irma Dorantes y fue su pareja hasta su muerte, se sabe que ella finalmente no recibió nada de la herencia de Infante, esto debido, no solo a la anulación de su matrimonio, también debido a que quienes manejaban las finanzas del famoso, la dejaron fuera de los herederos.
¿Por qué Irma Dorantes no recibió nada de la herencia de Pedro Infante?
A lo largo de su carrera, Pedro Infante contó con la guía de Antonio Matouk, su representante, desde los inicios de su éxito y él, conocido por su habilidad para gestionar finanzas y contactos, fue un elemento clave en la acumulación de las riquezas del actor.
Irma Dorantes reveló que Matouk impidió que alguna propiedad estuviera a su nombre, argumentando que era para salvaguardar el patrimonio de Infante. Este acuerdo, aceptado por Pedro, impidió que ella tuviera propiedades a su nombre, incluso la casa en la que residían juntos.
¿Cómo se dividió la herencia de Pedro Infante?
Cuando Pedro Infante falleció, su fortuna quedó en manos de sus hijos menores de edad y su esposa, María Luisa León, quien, tras la anulación del matrimonio con Irma Dorantes, tenía derecho a la mitad de la herencia y no permitió a Dorantes recupera sus pertenencias de la casa que compartió con Infante.
Irma Dorantes decidió renunciar a la parte correspondiente a su hija adoptiva, Irmita, pero no fue posible, aunque vale la pena destacar que, de cualquier manera, la herencia de su hija, solo podría cobrarse cuando ella fuera mayor de edad, por lo que la muerte de Infante supuso muchos problemas económicos para Dorantes.
