En redes sociales, especialmente en Instagram, todo parece sacado de un catálogo: paisajes perfectos, iluminación impecable y fotos tan bien cuidadas que a veces cuesta distinguir qué es real y qué no. Pero hay algo que difícilmente se puede fingir: una propuesta de matrimonio sincera.
Cuando una celebridad decide dar ese paso, más allá del glamour o los escenarios espectaculares, lo que realmente nos atrapa es verlos vulnerables, emocionados y completamente enamorados. Porque sí, por mucho que vivan rodeados de flashes y alfombras rojas, en el fondo son personas como cualquiera de nosotros.
Acá te dejamos seis propuestas que, por su originalidad, ternura o simpleza, nos recordaron que el amor, cuando es real, no necesita filtros.
Rebel Wilson y Ramona Agruma: una dosis de magia en Disneyland

Para Rebel Wilson, el amor llegó con toda la magia de un parque temático. La actriz eligió Disneyland como el lugar perfecto para pedirle matrimonio a Ramona Agruma. Y no pudo haber sido más acertado.
En medio de luces, música y esa atmósfera de cuento, la propuesta se sintió como sacada de una película, pero con emociones de verdad. Cuando se trata de crear un recuerdo que dure para siempre, lugares así, llenos de nostalgia y fantasía, hacen que todo se sienta aún más especial.
Shaun White y Nina Dobrev: una noche elegante en Nueva York

Shaun White, más conocido por sus hazañas en la nieve, demostró que también sabe cómo conquistar fuera de las pistas. Su propuesta a Nina Dobrev fue en el restaurante Golden Swan, uno de esos lugares que combinan buen gusto con historia personal.
El detalle estuvo en elegir un sitio que ambos conocían bien. Eso hizo que todo fluyera de forma natural, sin poses ni exageraciones. Además, tienen ahora un lugar al que siempre podrán volver y revivir ese momento tan suyo.
Ryan Lochte y Kayla Reid: una vista inolvidable desde el cielo

Si alguien sabe lo que significa ir a lo grande, ese es Ryan Lochte. El nadador olímpico llevó a su pareja a un paseo en helicóptero sobre Los Ángeles, y al aterrizar, la llevó a un mirador frente al océano Pacífico donde se arrodilló y le propuso matrimonio.
No se trató solo del paisaje (aunque ayudó), sino de cómo preparó todo para que fuera un momento íntimo y emotivo. De esos que te dejan sin palabras y con el corazón acelerado.
Orlando Bloom y Katy Perry: cuando la sorpresa lo es todo

Katy Perry pensaba que iba a tener una noche tranquila visitando una galería de arte. Pero Orlando Bloom tenía otros planes. La llevó a cenar, la subió a un helicóptero y, entre las luces de la ciudad, hizo la gran pregunta.
Lo interesante acá no fue el lujo, sino la forma en que logró despistarla. Una propuesta inesperada, bien pensada y cargada de emoción tiene un impacto mucho mayor.
Alexis Ohanian y Serena Williams: volver al lugar donde todo comenzó

La historia de Serena Williams y Alexis Ohanian tuvo un giro romántico digno de película. Se conocieron en Roma, y fue precisamente allí donde Alexis decidió proponerle matrimonio. La llevó de sorpresa a la misma mesa en la que se vieron por primera vez.
Ese tipo de gestos no solo hablan de memoria, sino de intención. No hizo falta ningún escenario lujoso, solo el simbolismo de regresar al origen de todo. Un detalle simple, pero cargado de significado.
Russell Wilson y Ciara: destino secreto y emoción pura

¿Te imaginas subir a un avión sin saber a dónde vas? Así comenzó la aventura de Ciara, organizada por Russell Wilson. Entre más de 30 posibles destinos, aterrizaron finalmente en las islas Seychelles, donde la esperaba la pregunta más importante de su vida.
Aunque el lugar era de ensueño, lo que más destacó fue la intimidad del momento. Sin exageraciones ni decorados ostentosos, solo dos personas compartiendo un instante sincero y profundo. A veces, eso es más que suficiente.