Sergio Andrade, famoso compositor y productor musical mexicano, saltó a la fama por su asociación con figuras destacadas de la música y el controvertido caso conocido como el clan Trevi-Andrade.
Este escándalo acaba de revivirse debido a la serie “Ellas soy yo” de Gloria Trevi en la cual cuenta su vida como víctima de abuso. Ahí se destapa que el productor fingió tener cáncer para que Gloria dejara de cantar y que lo anunciara en el Auditorio Nacional y aunque eso fue mentira, el productor tuvo una enfermedad complicada en la vida real.
Sergio Andrade y su lucha contra el Síndrome de Guillain-Barré
En el año 2000, Sergio Andrade reveló públicamente que padecía el Síndrome de Guillain-Barré, una enfermedad que afecta las proteínas de la médula espinal y puede provocar la pérdida de movimiento del cuello hacia abajo del cuerpo.
Las causas exactas de su enfermedad en aquel entonces fueron objeto de especulación, pero se mencionaron posibles factores como una infección no tratada por completo o una disminución en las defensas del organismo.
Este diagnóstico llegó en medio de un periodo complicado en la vida de Andrade, quien había perdido cerca de 40 kilos mientras estaba en prisión. Durante ese tiempo, fue trasladado a varias prisiones diferentes y enfrentó una serie de presiones relacionadas con su caso legal y su controvertido pasado en el mundo del entretenimiento.
Síntomas del Síndrome de Guillain-Barré
El Síndrome de Guillain-Barré, de acuerdo con MedLine Plus se manifiesta con una serie de síntomas que pueden variar en intensidad y duración. Los síntomas comienzan típicamente con un hormigueo y debilidad en los pies y las piernas, extendiéndose gradualmente a la parte superior del cuerpo y los brazos. Algunas personas pueden experimentar los primeros síntomas en los brazos o en la cara.
A medida que la enfermedad avanza, la debilidad muscular puede progresar hasta una parálisis, afectando la capacidad de movimiento de la persona. Los signos y síntomas del Síndrome de Guillain-Barré pueden incluir:
- Sensación de hormigueo en dedos de manos, pies, tobillos o muñecas.
- Debilidad en las piernas que se extiende hacia la parte superior del cuerpo.
- Marcha inestable o incapacidad para caminar o subir escaleras.
- Dificultad con los movimientos faciales, incluyendo hablar, masticar o tragar.
- Visión doble o incapacidad para mover los ojos.
- Dolor intenso, que puede variar en tipo y empeorar durante la noche.
- Problemas para controlar la vejiga o la función intestinal.
- Aceleración de la frecuencia cardíaca.
- Variaciones en la presión arterial, que pueden ser altas o bajas.
- Dificultad para respirar.
Por lo general, las personas experimentan su debilidad más significativa en un plazo de dos semanas después de que comienzan los síntomas.
