Tina Turner quién desafortunadamente falleció este 24 de mayo de 2023 a la edad de 83 años, fue una de las representantes más destacadas del rock y hasta el momento sólo se sabe que murió luchando contra una enfermedad.
Su muerte ha despertado la curiosidad del público con respecto a su vida, pues se trató de una de las divas más importantes de la industria del entretenimiento y siempre dando de qué hablar, no solo por su música, también por su fortaleza pues aunque muchos no lo saben, su vida no fue nada fácil.
Envida la famosa habló en numerosas ocasiones de su desafortunada infancia, creció en Tennessee Estados Unidos, en una familia disfuncional y acudió a una escuela en la que sufría de acoso constante, ella misma ha revelado que en sus primeros años de vida solía comerse tréboles de cuatro hojas esperando que así su suerte pudiera cambiar.
No fue hasta que cumplió ocho años que descubrió su verdadera pasión al unirse al coro de su iglesia, ahí empezó a destacar como cantante pero sus padres tenían una idea diferente de cómo sería su futuro, pues ellos prefería que se convirtiera en enfermera o profesora ya eso se dedicó hasta los 17 años.
La infernal relación de Tina con Ike Turner
Pero antes de consagrarse como una de las divas de la industria de la música sufrió una relación tóxica, pues se involucró con Ike Turner, él la bautizó como Tina Turner y aunque se separaron un tiempo, al final se casaron en Tijuana cuando ella era solo una veinteañera.
El controvertido romance entre Ike y Tina fue sumamente conocido, desafortunadamente no por razones positivas, él era adicto a la cocaína y se sabía tenía problemas de violencia, Tina fue agredida por él en diversas ocasiones ha salido a la luz que fue víctima de roturas de mandíbula, golpes en el rostro, moretones en todo su cuerpo, quemaduras y ella misma revelado en diversas ocasiones que previo a salir a cantar frente al público, tenía que tragarse su propia sangre debido a las agresiones constantes de su pareja.
Éstos abusos continuaron hasta que ella buscó de todas las formas posibles abandonar a su marido y pudo divorciarse en 1978 y ella comenzó a dedicar su talento a los cantos budistas, desafortunadamente este romance no solamente le dejó heridas físicas y emocionales, también tuvo que enfrentarse a dificultades económicas.
A partir de su separación su vida comenzó a mejorar y fue entonces que alcanzó el éxito, fue gracias a sus fans en Europa que logró consolidarse como una verdadera estrella por lo que vivió en los últimos años de su vida en una magnífica mansión en Suiza vivió ahí con su esposo Erwin Bach, un productor musical 12 años más joven de quien estaba completamente enamorada.
