El Chavo del Ocho fue una serie producido por Televisa que se convirtió en la favorita de muchas personas no solo en México sino alrededor del mundo, el programa de comedia se transmitió en muchos países de Latinoamérica conquistando con su humor y personajes divertidos, pero detrás de esta historia en apariencia simple, en realidad hay una mucho más oscura y real que el mismo Chespirito contó en un libro titulado ‘El diario del Chavo del Ocho’, la cual es desconocida para algunos de los fans del personaje y que narra el origen del mismo.
Esta historia comienza con un narrador que conoce al chavo del ocho en la calle encuentra una libreta y comienza leer las páginas de su diario, mismas en las que podemos escuchar la historia de cómo llegó a estar en las calles, inicia contando que su padre fue ausente, su madre por otro lado trabajaba todos los días y lo dejaba en una guardería, al regresar estaba tan cansada que ni siquiera se fijaba si el niño que le daban en ese momento era su hijo por lo que llegó el momento en el que ya no pasó a recogerlo y fue así como quedó huérfano.
Después llegó a un orfanato en el que estuvo y fue agredido varias veces por la encargada, finalmente decidió escaparse y vivir en las calles donde conoció personas que le ayudaron y vivió situaciones bastante perturbadoras, explica el origen de su apodo ‘El Chavo del Ocho’ diciendo que justamente en el apartamento número ocho no había nadie y ese era ese lugar donde él vivía, contrario a lo que muchos pensaban pues se rumoraba que vivía dentro de un barril cuando en realidad está en el lugar en el que podía esconderse y llorar.
Este primer capítulo narra una vida llena de precariedades, la vida de cualquier niño en situación de calle, un capítulo que para muchos abre los ojos de quienes pensaban la historia era simple y solo tenia el propósito de divertir, pues en realidad es más oscura de lo que parece y tiene un toque de realidad muy ácido que ha impactado a todos los que han tenido la oportunidad de leer el texto ficticio publicado por Bolaños en 1995.
Aunque no se trata de una historia real, basada en personas reales, las situaciones que inspiran la serie y que muchas veces son obviadas en el programa de televisión son comunes, se plantean muchos problemas como la pobreza, la educación, el abandono, que por supuesto son contrarrestadas por situaciones positivas, pero no terminan de ocultar lo complicado que es vivir.
