El fin de semana pasado, en una ceremonia que tuvo lugar en la Finca Il Borro en la Toscana, Italia, Michelle Salas, la hija de Luis Miguel, unió su vida al empresario Danilo Díaz en un enlace que se prolongó durante tres días.
A pesar de que la boda fue catalogada como "minimalista y tradicional" por la novia, este evento no pasó desapercibido y atrajo la atención de familiares, amigos y, en particular, de la revista Vogue, que obtuvo la exclusiva de la celebración.
La revista compartió una serie de imágenes inéditas de la boda, pero, de manera sorprendente, las instantáneas se vieron envueltas en controversia debido a la aparente falta de sonrisa de la novia y al estilo de maquillaje que eligió. Algunos internautas se manifestaron con opiniones críticas en las redes sociales, expresando sus descontentos con respecto a la actitud de Michelle y su elección de maquillaje.
En redes sociales señalaron que Michelle Salas no mostró una sonrisa en ninguna de las fotos compartidas por Vogue. Además, la crítica se centró en el aspecto del maquillaje de la novia, que algunos describieron como si "se hubiera levantado de su cama".
Algunos de los comentarios que se leen son: "Qué sonría un poquito", "Es el mejor día de su vida y pone una cara de tristeza", "Ay no, de verdad que deprime", y "El maquillaje más feo", inundaron las redes sociales.
Aunque Michelle Salas brilló en diseñados creados especialmente para ella por Dolce & Gabbana, incluso algunas de las fotos se tomaron en el atelier de los diseñadores en Italia, la controversia sobre su expresión y maquillaje eclipsó momentáneamente el brillo de este evento tan especial en su vida.
La novia compartió con Vogue su decisión de buscar algo "sofisticado y festivo" para su gran día, a pesar de las críticas.
