El rímel o mascara de pestañas es un producto sin el que muchas no pueden vivir, define la mirada y realza la belleza de los ojos, parece ser un producto universal y que no hay diferencia entre las formulas ya que su acabado es en la mayoría de las veces negro, pero en realidad hay muchas variaciones de resultados dependiendo de la estructura natural de las pestañas.
Cada persona tiene características diferentes y por ello necesidades diferentes, no podemos aplicar la misma mascara a una persona que tiene pestañas cortas y rizadas que a alguien que las tiene lacias y largas. Decidir entre las formulas y formas de cepillos puede ser complicado pero si elijes la correcta tendrás los mejores resultados.
Cuando las pestañas son cortas lo mejor es un cepillo delgado que te permita cubrirlas de producto en su totalidad, en cuanto a la formula, la mejor opción es una que tenga efecto alargador para precisamente disimular su tamaño.
Para pestañas delgadas lo mejor es una opción que de volumen, esto hará que la cantidad de pestañas aparente ser mayor, en estos un aplicador que sea más ancho en el centro dará un efecto de volumen más natural.
Pareciera que si tus pestañas son largas el tipo de mascara que apliques es indiferente pero esto es un error, al tener más longitud el peso es mayor y si aplicas cualquier rímel la curva se caerá, en estos casos es mejor usar una formula a prueba de agua que aguante el rizo.
