Ariana Saavedra está abriéndose pasó en la industria del entretenimiento, pues desde que debutó en la televisión no ha parado de cosechar éxitos, pero pocos saben que su amor por la actuación surgió estando en México, ya que antes tenía planes muy distintos.
La actriz es conocida por su aparición en producciones como ‘Control Z’, ‘Oscuro Deseo’ y ‘La mujer del diablo’, pero antes de dedicarse a la actuación, Ariana Saavedra tenía planeado convertirse en embajadora de su país en el extranjero.
“Para mí el modelaje siempre fue un hobbie, sigo creyendo que no es serio a menos que tengas 16 años y midas 1.80, es muy difícil crecer a nivel mundial, por eso yo tenía ese sueño de ser embajadora en algún país, en específico Suiza, quería representar a Venezuela en Suiza, pero cuando entré a la carrera no era lo que imaginaba, sí lo quería terminar, pero tenía tantas expectativas y no me llenaron, cuando vi la situación del país, me decepcioné, entonces cuando me ofrecen venir a México como modelo no lo dudé”, dijo en entrevista exclusiva para 'Revista Fama'.
La actriz recordó que tras desilusionarse de la política aceptó venir a México con la intención de participar en comerciales y así fue en un inicio: “Llegué como a las 4: 00 am, en septiembre de 2015, yo decía que olía como a quemado, no sé qué sería, fue abrumador, pero estaba emocionada, no me dolió nada dejar mi país, yo sabía que tenía que vivir en diferentes lugares, mi vida no estaba solo en Venezuela, siento que soy aventurera”, expresó.
El mensaje de Facebook que cambio su vida
Estando en México, Ariana Saavedra comenzó a participar en comerciales, pero recibió un mensaje de Facebook en el que la invitaron a participar en un casting; sin embargo, ella creyó que podía ser una estafa y respondió varios meses después cuando alguien le dijo que la oferta era real.
“Llegué y empecé a hacer muchos castings de comerciales, de campañas, quedé en uno de Pepsi, no me encantaba mucho la onda del modelaje, me escriben por Facebook del CEFAT que querían hacerme un casting y no contesté, me daba miedo que me escribieron por Facebook, conocí a un actor y él me dijo que si era en Azteca fuera y que no era mentira, como cuatro meses después contesté: ¿En dónde va a ser?”, dijo.
La actriz insistió en que desde sus primeros días en el CEFAT se enamoró por completo de la actuación y aunque tuvo que hacer grandes sacrificios como cambiar su acento, está convencida de que ese era el camino que debía seguir.
“Cuando entré dije: ‘Esto es para mí’, como amor a primera vista, mariposas en el estómago (…) quitarme el acento fue algo de lo más complicado, encontrar un nuevo acento y que me sintiera identificada fue difícil, pero hubo una decisión interna”, comentó.
